Una mujer va a IKEA y compra un armario de fácil montaje. Llega a su casa, comienza a ensamblarlo y lo termina perfectamente. En ese momento pasa el Metro y el armario se desploma. Vuelve a montarlo detenidamente, y cuando ha finalizado el trabajo, pasa el Metro de nuevo y el armario se cae, completamente desarmado...
Tras el tercer intento, indignada, llama a IKEA, expone el problema, y le envían un montador. Llega el técnico y en pocos minutos lo termina.
La señora se queda contemplando su armario cuando nuevamente pasa el Metro y ¡Brroouuumm!, cae deshecho.Finalmente el montador le dice a la señora: Mire, lo montaré otra vez; me meteré dentro y cuando pase el metro y caiga, desde dentro, veré mejor dónde está el fallo.
Una vez finalizado el montaje, se mete en el armario y en ese momento llega el marido de la señora: Cariño, ¡ qué armario tan bonito!
Abre la puerta, ve al montador, y estupefacto le pregunta: Se puede saber, ¿qué diablos hace usted aquí?.
Pues mire, casi que le voy a decir que he venido a tirarme a su mujer, porque si le digo que estoy esperando el Metro, no se lo va a creer.
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